EL CHISME PARA LA CHUSMA

EL CHISME PARA LA CHUSMA

            Es sumamente dañino como lo es el hecho de que a la vida del chismoso le falta aventura, posee falencias en crecimiento, en sonrisas, en bondad.

            La ciudad de Doral y algunos de sus medios han caído en la trampa macabra del rumor y el chisme, (separados ambos por una sutil frontera oscura), de la maledicencia y el horror de destrozar reputaciones impecables a manos de desalmados conspiradores de la decencia y el orden.

            Me parece muy bien que se distraigan chismeando porque así tendremos la posibilidad cierta de demandas y pleitos que siempre nos traen material para escribir y aunque desgasten a los protagonistas, repito, me sigue divirtiendo. Les observo en silencio desde el burladero, me llegan los documentos firmados por la jueza quien fija posición favoreciendo a tal o cual, quien a la vez contrademanda, el otro lo saca en el medio impreso que ganó en una de las trifulcas, asegura su victoria desgastante, sonríe parcialmente, confiere daño en una pequeña escaramuza esperando ganar la guerra completa, mientras Ciudad Doral Newspaper, pegado a la baranda cual caballo pura sangre en el Gran Derby, pasa desapercibido a un lado de los contrincantes que antes fueron socios y amigos y que bajan la velocidad de su capacidad de información por la misma pelea y más chismes.

            No tengo otra opción que citar al Yogi Bhajan cuando aseguró: “No generes chismes. Habla solo de lo que comprendes. Chismear es como llevar la basura a la sala de tu casa y disfrutarlo”

            Lo peor del caso es que siempre traerá consigo alguna mala consecuencia, de manera que me temo que debo informarles esto a los chismosos: “Cuando se divulga un rumor por un momento se es centro de la atención. Se asume una posición de superioridad fantasiosa frente a otros y en relación a quien se va a divulgar alguna información.

 El rumor les concede a las personas que tienen una vida oscura, apagada y sin sentido, un momento de gloria que los saca de su tedio vital, para poder al menos vivir a través de la vida de otro”

¿Interesante verdad?, pues bien, así son las cosas con frecuencia ahora inaudita en la Ciudad de Doral y es que no puede ser de otra manera, o es que acaso ¿no está lleno de venezolanos que vienen del país del absurdo y que han traído sus vicios en la maleta independientemente del tiempo que tengan viviendo en los Estados Unidos? Porque les tengo malas noticias, todos los chismes públicos han sido protagonizados por venezolanos y yo lo lamento mucho porque yo soy venezolano, mas no, uno de ellos.

Me llega un escrito titulado “Se acabó el chisme, regresa el periodismo comunitario al Doral” y ¿saben qué? A mí me parece muy bien que tengamos medios que emergen y que nos obliguen a ser competitivos, no obstante, el periodismo comunitario jamás se ha ido de la ciudad, al menos en los últimos catorce largos años de vida de esta holística comunidad, que es la edad de Ciudad Doral Newspaper. Yo le doy la más cordial bienvenida, voto por su éxito, al contrario de temerle a la competencia, siendo públicamente democráticos, consideramos una ventaja que Usted amigo lector/a, tenga opciones de crecimiento e información y aquí debemos hacer un alto, porque como lo dice el protervo título que he escogido: “El chisme es para la chusma y la información para la gente”

Cuando hablo de chusma, probablemente sea muy duro, cosa que me tiene sin cuidado, allá cada quien si se ofende o le da malas interpretaciones a este sano e inocuo artículo amigable, pero la reputación puede ser buena o mala, no obstante el prestigio de catorce años publicando sin receso siempre será óptimo. Larga vida al nuevo quincenario que saldrá de mano de veteranos editores y lo deseo de verdad, porque la experiencia de la ciudad, lindante ya a la adultez, en cuanto a años de experiencia en esta materia, es abrumadora, viendo medios comunitarios que desaparecen sin aviso previo, pero apartemos el mal humor y el comentario cierto y doloroso, porque hay un antídoto para el chisme y el mal vivir al que nos tienen acostumbrados otros: si quieres realmente parar el chisme no te hagas cómplice de ellos, no seas cómplice de la conspiración maligna contra otras personas y por supuesto no lo repitas.

El periodismo comunitario no debe ser tomado como un arma personal contra los adversarios judiciales, personales, deudores de afrentas pasadas. No podemos tener un periódico para publicar las cuentas cobradas en uso de las leyes que a todos protegen por igual en este bendito país, porque de ser así y dado mi derecho constitucional que me da el poder de publicar lo que yo quiera en esta columna en la que tengo media docena de años, le informo al editor Luis Eduardo Alcalá y a la batichica Taina Paranzzino Shepard, que si se llegara a modificar una letra de mis artículos, voy a montar un nuevo periódico para destruirlos y quitarles la baticueva, como ha pasado con el Med Spa de la Ex diputada Iroshima Bravo, que pensaba que no nos daríamos cuenta y que estamos tan distraídos en el chisme de la chusma, que pasaría tranquila, que viviría a todo dar en el Imperio del mal que ella atacaba desde la Asamblea Nacional de Venezuela con furibunda arrogancia, porque Iroshima, la pobre Iroshima, ha perdido su sueño de vivir aquí entre amigos, como pasa con individuos indeseables que todos conocemos de sus jugarretas y trampas, pero como las tropelías son bien escondidas, nosotros, como medio serio, no nos atrevemos a dejar correr un rumor sin tener al menos un poco de cabello en las manos como prueba de que el equino es de color negro. Es una elemental regla del ejercicio del periodismo, sea comunitario, condal, continental o mundial, de manera querido lector, normalmente yo leo las publicaciones cimentadas en la experiencia de múltiples anos, como es el caso del semanario “El Venezolano” de mi apreciado Oswaldo Muñoz, que data de los noventa, algo tendrá que se sostiene, algo conseguirá en él, el patrocinador que le ha mantenido pagando publicidad, de manera que nosotros, desde nuestro estilo pacifista, pero veraz, desde nuestro estilo amable, en el que somos oposición al gobierno como bien lo sabe mi apreciado amigo el Alcalde Luigi Boria, sin tomar posiciones personales pero profesionales, con la vara de la crítica le felicitamos, exactamente en la misma medida.

 Enemigos de letras me he conseguido. En el acto de escribir siempre tendremos un ángulo de ataque a menos que escribamos cuentos infantiles, no obstante en ellos, también los enanos de Blanca Nieves se verían entre nuestras líneas un poco afectados, cuando desde las pruebas y no desde el chisme le saquemos los trapos sucios, porque de enanos mentales está lleno este mundo, sino pregunten a Maduro, o mejor aún, pregúntenle a ese vecino nuevo y ricachón que se ha mudado a la casa de al lado, de profesión “empresario” y de fortuna cuyos orígenes son desconocidos, seguramente simpático y amiguero como todos los venezolanos, pero deben tener cuidado, porque es cuestión de tiempo que Ciudad Doral Newspaper, obtenga las pruebas, datos sólidos, incontrovertibles como la ley de gravedad, pero que realmente sean importantes para Usted y le dejen valor agregado al hecho de leernos en cualquiera de nuestras cafeterías, porque de no ser así, de no tener un verdadero interés periodístico sino judicial, no se preocupen, se los enviaremos, como ha pasado, a las autoridades competentes, quienes tocarán a la puerta del malhechor, lo pondrán a buen resguardo, y eso ¡si es una noticia!. Nosotros no somos jueces, somos información para la gente, pero si cayéramos al foso  de lo vacuo, por favor escríbannos para no convertirnos en ¡chisme para la chusma!