LA FISCAL Y SUS
RECUERDOS PORTÁTILES
Me
explotan en la mente y llegan como chispazos llenos del pasado. Algunos amigos
me los recuerdan y se presentan ante mis ojos vívidos y llenos de realidad.
Recuerdo
mis años de estudiante en la Escuela Naval, en la Universidad de Carabobo y en
la Universidad Central de Venezuela, luego se agolpan mis recuerdos como
profesor de post grado, pero lo que si no recuerdo es a ninguna alumna
pretendiendo con favores sexuales aquella nota en azul más no en el rojo de la
regla.
La
Fiscal Luisa Ortega Díaz ha afirmado que antes (no sé cuándo) las alumnas tenían
que prostituirse para obtener un cupo en la Universidad.
Los
recuerdos son portátiles, se llevan a bordo de la mente, algunos como una santa
y agradable nube cuando son positivos y placenteros, pero otros pesan como un
morral lleno de muy pesadas piedras.
La
nefasta Fiscal en cuestión estoy seguro que tuvo que estudiar en el sistema
educativo de la democracia, o por el contrario nunca se hubiese graduado de
abogado. Un sistema meritocrático y que requería del esfuerzo académico, pero
ante tamaña afirmación, creo que debemos creerle, porque ella es la Fiscal, de
manera que no quiero ni siquiera imaginarme a la poco agraciada dama abriendo
las piernas con cierta gracia para obtener sus títulos o al menos para optar a
entrar a la universidad.
Creo
que esto de la prostitución estudiantil ha podido ocurrir- lo dice la Fiscal-,
pero solo a aquellas personas que entendieron que por los méritos académicos jamás
se graduarían.
Esto
es muy duro, pero la verdad es que como profesor la alumna fiscal en cuestión
no creo que hubiese levantado en mi ni siquiera un mal pensamiento por más puta
que sea, de manera que podríamos entonces inferir que todo payaso posee su público
y ella no es la excepción.
Decir
esa tamaña sentencia, donde todos los estudiantes absolutamente estamos
incluidos es una opinión al menos arriesgada, pero también podríamos inferir
que es un buen método usado por la alumna Luisa Ortega para llegar a ser fiscal,
que no es poca cosa.
Yo
no recuerdo a ninguna alumna bandida, sugerente, lisonjera, no, todas eran muy
dedicadas y aplicadas, de manera que mis propios recuerdos me hacen inferir que
la infeliz afirmación de la Fiscal Ortega, forma parte de sus propios recuerdos
portátiles, que llevará consigo por el resto de sus días.
En
esta práctica que arguye y recuerda la infeliz y que le ha explotado en la
cabeza como a veces me ocurre a mí, con mis propios recuerdos, la prostitución creo
que en ella no forma parte del pasado, porque ese cargo que ella ostenta ha
sido uno de los más vilipendiados y prostituidos del sistema gubernamental de
la revolución, que si sabe bien de putas y de putos.
Por
supuesto que como profesor debo en nombre de mis alumnos hacer un alto en la
barbarie y certifico que todos aquellos que pasaron por mis aulas, jamás
tuvieron que optar a triquiñuelas mal habidas para obtener sus notas de las
cuales me enorgullezco.
¡Ah buen planazo compadre!, como el que, según Francisco Pacheco en su canción de igual nombre con el grupo “UN SOLO PUEBLO”, le dio Juan Quintungo a Anastasia...! Así es que se dà!
ReplyDeleteExcelentísimo artículo...yo diría que inmejorable. Mi abuela decía que de cada sitio cada uno cuenta como le fue...Y así le iría a la Fiscal.
ReplyDeleteBuena esa Bernardo, como lo manifiestas, lo que hemos tenido esa importante tarea de estar detràs del podium interactuando con los que aprenden, intercambiando conocimientos y experiencias y que somos mediananmente capaces y honestos no caimos ni nos prestaremos a esa especie de mercaderìa.....mucho se ha hablado en este paìs de la operaciòn colchòn para muchas actividades de la vida diaria de mucha gente....cada quien con sus portàtiles.....
ReplyDeleteFox two Kill!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ReplyDeleteQuerido, ahora si puedo decir colega, fui profesor del 3er trimestre en la FACES, Escuela de Ëstadística y Ciencias Actuariales de la UCV, daba Fortran IV, para aquellos contemporáneos que recuerdan ese lengujae de programación "científica" y estuve desde 1978 hasta 1985. Pasaron por mis clases alumnos y alumnas, en el turno diurno y nocturno, y jamás tuve insinuaciones de ninguno para ser aprobados en los exámenes. Confío fui un buen profesor y siempre deseaba lo mejor para esas mentes que comenzaban sus carreras, jóvenes los del diurno y cansados trabajadores los del nocturno. Por eso al igual que a ti, será la fiscal a quien le tocó buscar otros medios para entrar y/o luego aprobar su Carrera. Es que no encuentran otra vaina para justificar el maldito comunismo que NO SIRVE PARA NADA!
ReplyDelete