Monday, April 13, 2015

EL DOBLE DE MADURO


EL DOBLE DE MADURO

                Tener un doble es una buena idea. Yo quisiera tener uno para que asista a algunas reuniones fastidiosas e improductivas, mientras yo, el de verdad, me hospitalizo en algún restaurant de Miami o cometo algún tipo de fechoría sexual, con alguna dama prohibida, pero que sea clandestina, lujuriosa, pecadora (la fechoría), tal vez ilegal….¡me encantaría!

                Muchos han sido los personeros que han tenido dobles. Sadam Hussein, Adolf Hitler, Fidel Castro, sin guardar orden cronológico alguno, pero asegurando que no estoy en capacidad de discriminar quien era el más malo. Creo que por el record de muertos, es Hitler.

                En la más reciente cumbre pudimos ver al gordinflón, imitador de Maduro, con el rostro fruncido, cara de bravucón, de corbata amarilla y un traje holgado por aquello del chaleco antibalas, pero debo confesar que si fuera yo quien tuviera el nefasto trabajo de doblar al mandatario, seguro no usara el chaleco a manera de que la bala entrara limpia al tórax y acabara de una vez por todas con esa penosa vida  de aparentar ser tan bruto y cachaflán.
                Debo corregir el anterior párrafo, porque pensándolo bien si me gustaría ser el doble de algunos, pero solo a pedazos. Por ejemplo, me gustaría tener la capacidad del humor fino de Juan Verdaguer, matizado con el de Jorge Luis Borges, la capacidad oratoria de Gaitán y la de mi Padre, la metabolización al licor de Churchill, junto a su valentía, sagacidad y capacidad política. Tal vez un poco del torcido pensamiento del Marqués de Sade en “Los infortunios de la virtud”, pero no obviaría una buena sotana como la de mi admirado San José María Escrivá. Imitar a Hemingway en aquello de la pesca y la vida sibarita, ganar el premio Nobel, pero solo para asistir al acto en Estocolmo, burlarme un poco y huir a Alemania a comer salchichas a bordo de un Mercedez Benz y regresar a los Estados Unidos a pescar camarones en el Río Miami. Me gustaría ser el doble de Tiger Wood y ganar todo su dinero divirtiéndome y tal vez jugar por poco tiempo a ser Alphonse Capone, creo que sería  ¡amablemente divertido! Imitar al Rey Juan Carlos y tomarme fotos con elefantes disfrazado de cazador, cada vez que salga de mi habitación donde deje a mi real amante, en fin sería grato ser el doble de algunos, pero: ¿de Nicolás Maduro?, que falta de glamour y  ¡que exacerbado mal humor!

                La cumbre gracias a Dios, ya terminó y los dos Nicolases, volvieron al barrio mal oliente en que han convertido a Venezuela, mientras el enemigo jurado, el Presidente Obama, trae contundentes ganancias de corte diplomático, al ser reconocido por la cofradía resentida de Latinoamérica, al ser perseguido por los otros para tomarse la foto y obtener una sonrisa, para justificar que hablaron con él y que su gestión va por el buen camino una vez obtenida la aprobación del gigante del norte a quien todos admiran en secreto mientras atacan en público.

 

1 comment:

  1. Querido amigo: De hecho, uno de los dos nicolases ya lo dijo, que persiguió al negro, corriendo con la mano alzada para llamar su atención y que cuando por fin lo agarró de la manga del paltó y le dio la mano, le dijo:

    “Aquí estoy Obama, para decirte "ripil de execu orde"; pero, te pido disculpas como Raúl; porque con el peo del apuro se me quedaron los 13 millones de firmas que obligué a firmar contra ti. Quiero que sepas que son vainas de Diosdado, quien me tiene ladillao pana, no le pares bola y sigue pa`lante mi negro…púyalo que va en bajada. No te arreches que no vuelvo a hacer”.

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