Tuesday, March 10, 2015

EL EFECTO LEAMCY


EL EFECTO LEAMCY

                El miedo se apodera y paraliza, hace que el humano post moderno se comporte de maneras nunca pensadas, traicione, se abalance contra los propios con tal de salvar su pellejo, sobre todo cuando el inculpado no posee valores ni creencias contundentes.
                Las sanciones del Gobierno Norteamericano, debe poner a pensar con detenimiento a los colegas militares. De siete personas, cinco forman parte de lo que queda de la Fuerza Armada venezolana y ellos bien saben que no pueden cubrirse con la muletilla ni con el burladero de que “estaba cumpliendo órdenes”

                No se hicieron esperar los pujos desaforados de los afectados. En la mente de cada uno de ellos está la ilusión de vivir y gastar sus millones de dólares en los Estados Unidos, pero ya no podrán y con beneplácito observamos los moradores de estas playas que al menos cada semana es detenido algún funcionario, que por subalterno, cree que no está en la lista,  ¡pero se equivocan!
                El miedo los está haciendo reaccionar, los está haciendo pensar en la sobrevivencia y me alegra todo esto, porque aquí la justicia no está por encima de nadie y ni siquiera el Presidente Obama puede violarla, debido a la estricta separación de los poderes.
                La China no será una opción, por cuanto dista mucho de la Venezuela de sus afectos y excesos. Bielorrusia, ni pensarlo,  ¡si poco hablan inglés! Imagínense los dialectos e idiomas por aquellas frías tierras, de manera que lo mas parecido sería Cuba, pero siempre estará peor que la Venezuela actual, además, revolucionarios sin interés para el Gobierno de los Castro, ¡hieden!
                Ya existen en los Estados Unidos algunas cabezas de playa tomadas, como el caso del Magistrado lambarero Aponte Aponte, quien cantó la opera acusatoria con lujos de detalles y ahora está acogido a una protección especial para cuando haga falta. Pero nadie quiere parecerse a Aponte, nadie quiere ni siquiera un símil con su proterva conducta falta de toda ética jurídica, pero la otra opción suena un poco mas altruista, la del Capitán de Corbeta Leamcy Salazar, quien asqueado (supuestamente), preparó la operación para entregarse al Gobierno Americano y su paradero se desconocerá, por cuanto vivirá en alguna colina de Montana, entre nieves, alces, venados y su nueva camioneta marca Ford.  ¿Suena bien verdad?
                En este bendito país nada es gratis, de manera que esa mixtura entre el imperio de la ley y la gratuidad es infalible y los delitos de lesa humanidad y lesa patria, no prescriben y ellos, los acusados, poseen el inefable prontuario de haber cometido ambos, de manera que espero se diviertan, mientras este gobierno lleno de sorpresas en defensa de los derechos humanos y la democracia nos sigue sorprendiendo positivamente y los pobres ignorantes saqueadores, explican a sus esposas y amigos, que no abandonarán el barco revolucionario, mientras que con su almohada, la conciencia les indica que una salida honrosa, entregándose a la ley, (EL EFECTO LEAMCY) podría ser una alternativa.
                Hemos descubierto un nuevo efecto psicológico, que ya no funcionará por haber llegado tarde a la fiesta de la libertad y los derechos humanos.

 

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