LA PRUEBA DEL CIELO

Esa inquietud indetenible por leer todo lo que se acerque a los misterios entre la vida y la muerte y que me acompaña desde hace tanto. Recuerdo que antes de finalizar el segundo año de secundaria, había leído toda la obra de Federico Nietzche, quien apasionaba mi ignorancia porque se hacía llamar “El anticristo” para fallecer como todos y solicitar en el momento extremo del paso a otra vida, los santos oleos y la extremaunción, por aquello de la esperanza en que existe otra vida mejor que esta en otra parte desconocida y por ende temida. Federico, poseía una conducta irregular. Desde el momento que su bandera es no creer, o tal vez, desde esa turbia relación incestuosa con su hermana mayor, lo hace frente a mis ojos, un individuo con problemas y le ocurrió lo que a casi todos los ateos, que se convierten y oran cuando el avión en que se encuentran va en caída libre a estrellarse contra el planeta. Me ha llegado a las manos una encantadora obra, escrita por un neurocirujano, que como científico normalmente no son buenos escritores, pero es que este se asesoró correctamente y describe con el lujo de detalles que solo puede hacerlo un protagonista, su paso de la vida a la muerte. El Doctor Eben Alexander, tampoco creía sobre la vida después de la vida. Siempre ignoró a sus pacientes en ese sentido por cuanto asumía que esos cuentos eran la respuesta normal de un comportamiento cerebral bajo intenso stress, pero le sucedió a él y una extraña enfermedad le hizo entrar en coma por siete largos días y fisicamente perdió en ese periodo toda función cerebral y conductual y sus propios colegas ya no entendían ni sabían que hacer con su cuerpo: si terminar el combate de antibióticos intravenosos que suministraban en una batalla que se perdía por minutos o desconectarlo y dejarlo morir en sana paz. Al séptimo día volvió junto a todas sus funciones corporales y sus colegas, por tozudos, por absurdos y por científicos siguen buscando la causa, sin entender que los milagros nos rodean y se nos presentan a diario, varios de ellos, pero solo los verán los que estén listos. La ciencia es tan joven e inmadura, que no comprende a la religión y sus misterios pero hoy día hemos ganado a uno de los nuestros, a uno muy especial, que nos deja boquiabiertos, con su libro “La prueba del cielo” y con la ciencia que lo entrenó y que aplicó. El Doctor Eben Alexander ha vuelto para contarnos como es el otro lado y la trayectoria del viaje de este neurocirujano, a la vida después de la muerte.